Actores claves en el proceso educativo
POR ANGEL HERNANDEZ, RECTOR UAPA
En los últimos tiempos se ha estado discutiendo mucho sobre el rol del docente de aula en los resultados educativos de los alumnos. Es un rol sumamente importante y por ello todo esfuerzo que se realice para mejorar su formación, el desarrollo de la carrera docente y la dignificación del mismo tienen un valor estratégico. Los docentes tienen un peso muy grande en el éxito de los alumnos en el logro de sus metas.
Sin embargo, para que los docentes sean productivos y realicen su labor con la disciplina y dedicación necesarias, es indispensable que los centros donde realizan su trabajo tengan al frente buenos directores y un sistema de monitoreo permanente centrado en verificar el avance de los alumnos en el cumplimiento de los objetivos y/o competencias de aprendizaje establecidos en el currículo.
Son los buenos directores que establecen el clima pedagógico necesario para que docentes y alumnos centren sus actividades en el logro de las metas de aprendizaje. Por tanto, la preocupación por el éxito de los niños debe también incluir a los directivos en los procesos orientados al mejoramiento de la calidad. En este sentido, hay, en primer lugar, que despolitizar la designación de los directores mediante concursos de ingresos transparentes, crear las condiciones para que los buenos directores permanezcan en sus puestos de trabajo independientemente de los vaivenes de la política partidaria. Además, establecer un programa de formación permanente que mejore sus cualidades de director, orientando el mismo hacia el logro de resultados.
En adición, los centros deben ser monitoreados desde el inicio del año escolar por especialistas en la enseñanza de las disciplinas del currículo a los fines de observar los procesos e introducir los cambios e innovaciones necesarias que ayuden al docente al logro de los buenos resultados en sus alumnos. Esto tiene mayor significación en estos momentos en que el MINERD realiza importantes cambios tanto en la estructura académica del sistema educativo como en la introducción de un currículo por competencias cuya ejecución supone un cambio profundo en la práctica de los docentes a nivel del aula. El acompañamiento de este proceso y la capacitación de los docentes son fundamentales si se quiere que en verdad los docentes modifiquen su actuación y se logre el éxito en la implementación del currículo por competencias.
Ahora el MINERD dispone de suficientes recursos para invertir en las áreas fundamentales de la política educativa. Se optó por un amplio programa de construcciones escolares para lograr la tanda extendida en breve plazo. Pero cuidado, lo fundamental son las personas. Hay que invertir en los docentes y en los directivos para que cada día sean actores más motivados en el logro de buenos resultados en los alumnos y centros educativos. Tampoco se puede descuidar el equipamiento necesario de las aulas, especialmente los libros de texto y la garantía de los recursos didácticos que requiere el currículo para su implementación adecuada.
En relación a los libros de texto, es necesario que, acorde con el nuevo currículo por competencia, se inicie desde ya un proceso de edición de los mismos para garantizar que al inicio del año escolar 2014-2015 no se repita lo ocurrido este año en la tardanza en llegar a los centros educativos, muchos de los cuales esperan por ellos todavía.
Creemos que este es el momento de la escuela dominicana. Hay mucho interés en hacer las cosas bien y los diferentes sectores que inciden en la educación nacional tienen la mejor voluntad de apoyar el proceso de cambios que se vive. Es una oportunidad única que tiene el gobierno dominicano de lograr un excelente consenso en el Pacto Educativo, en el cual los docentes y directores sean partes fundamentales ya que son actores claves en el éxito de las políticas educativas. « collapse
Sin embargo, para que los docentes sean productivos y realicen su labor con la disciplina y dedicación necesarias, es indispensable que los centros donde realizan su trabajo tengan al frente buenos directores y un sistema de monitoreo permanente centrado en verificar el avance de los alumnos en el cumplimiento de los objetivos y/o competencias de aprendizaje establecidos en el currículo.
Son los buenos directores que establecen el clima pedagógico necesario para que docentes y alumnos centren sus actividades en el logro de las metas de aprendizaje. Por tanto, la preocupación por el éxito de los niños debe también incluir a los directivos en los procesos orientados al mejoramiento de la calidad. En este sentido, hay, en primer lugar, que despolitizar la designación de los directores mediante concursos de ingresos transparentes, crear las condiciones para que los buenos directores permanezcan en sus puestos de trabajo independientemente de los vaivenes de la política partidaria. Además, establecer un programa de formación permanente que mejore sus cualidades de director, orientando el mismo hacia el logro de resultados.
En adición, los centros deben ser monitoreados desde el inicio del año escolar por especialistas en la enseñanza de las disciplinas del currículo a los fines de observar los procesos e introducir los cambios e innovaciones necesarias que ayuden al docente al logro de los buenos resultados en sus alumnos. Esto tiene mayor significación en estos momentos en que el MINERD realiza importantes cambios tanto en la estructura académica del sistema educativo como en la introducción de un currículo por competencias cuya ejecución supone un cambio profundo en la práctica de los docentes a nivel del aula. El acompañamiento de este proceso y la capacitación de los docentes son fundamentales si se quiere que en verdad los docentes modifiquen su actuación y se logre el éxito en la implementación del currículo por competencias.
Ahora el MINERD dispone de suficientes recursos para invertir en las áreas fundamentales de la política educativa. Se optó por un amplio programa de construcciones escolares para lograr la tanda extendida en breve plazo. Pero cuidado, lo fundamental son las personas. Hay que invertir en los docentes y en los directivos para que cada día sean actores más motivados en el logro de buenos resultados en los alumnos y centros educativos. Tampoco se puede descuidar el equipamiento necesario de las aulas, especialmente los libros de texto y la garantía de los recursos didácticos que requiere el currículo para su implementación adecuada.
En relación a los libros de texto, es necesario que, acorde con el nuevo currículo por competencia, se inicie desde ya un proceso de edición de los mismos para garantizar que al inicio del año escolar 2014-2015 no se repita lo ocurrido este año en la tardanza en llegar a los centros educativos, muchos de los cuales esperan por ellos todavía.
Creemos que este es el momento de la escuela dominicana. Hay mucho interés en hacer las cosas bien y los diferentes sectores que inciden en la educación nacional tienen la mejor voluntad de apoyar el proceso de cambios que se vive. Es una oportunidad única que tiene el gobierno dominicano de lograr un excelente consenso en el Pacto Educativo, en el cual los docentes y directores sean partes fundamentales ya que son actores claves en el éxito de las políticas educativas. « collapse
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