sábado, 12 de octubre de 2013

LA VOZ DEL RECTOR

Discurso de la Trigesima Novena Graduación de la UAPA






Por Angel Hernández

Distinguidos  Señores y Señoras:

Para la universidad es un honor darles la más cordial bienvenida a este acto de investidura en el cual 704 egresados recibirán sus títulos académicos que los acreditan como magister y licenciados. Es claro que en una sociedad como la nuestra, donde todavía predomina un 8% de analfabetismo real y más de un 50% funcional, ustedes constituyen un grupo de privilegiados que con su esfuerzo han logrado un grado universitario. 

Ese mérito debe ser un motivo de orgullo para ustedes y sus familias, pero al mismo tiempo  supone  una gran responsabilidad: ustedes deben ejercer sus funciones pensando siempre en el bienestar de los demás, sobre todo de los más pobres. Los conocimientos adquiridos deben ser puestos al servicio del desarrollo nacional. Un país educado, con un gran capital humano, puede lograr las metas del desarrollo. La educación es la clave para ello. Debemos procurar que todos los habitantes del país alcancen el mismo sueño que ustedes lograron con gran esfuerzo y dedicación.

La sociedad nuestra será mejor, menos violenta, con menos prejuicios raciales en la medida que su población eleve  su nivel educativo. Por ello debemos felicitar la decisión del gobierno de aumentar el presupuesto  destinado a la educación nacional y  la propuesta de Pacto Nacional por una Educación de calidad para todos y todas que hoy se discute y que esperamos que sea el fruto de un verdadero consenso entre los diferentes sectores de la sociedad dominicana. Es de esperar que los resultados de la consulta sean respetados y que las políticas públicas en educación  a ser implementadas en los próximos años  estén en consonancia con los  mismos.

 Esperamos de igual modo, que el consenso que se establezca para los próximos veinte años sea respetado por la dirigencia política nacional. Los países que han logrado aumentar significativamente la calidad de sus sistemas educativos, por ende y el desarrollo del país, han impulsado políticas de largo plazo de manera consistente.  Este es el camino que debemos seguir concentrando todo el esfuerzo nacional en aumentar significativamente la calidad de nuestros docentes y en mejorar su práctica a nivel de las aulas.


Como dominicano quiero además, expresar mi preocupación por la decisión del Tribunal Constitucional sobre los hijos de inmigrantes, que en la práctica conduce a la desnacionalización de miles de ellos. Estos jóvenes nacieron en el país. La constitución vigente hasta el 2010 establecía el jus solis como mecanismo para adquirir la nacionalidad dominicana, principio que dejó sin efecto la Constitución de enero de  2010. Los nacidos antes de esta fecha son dominicanos y debemos respetarles sus derechos. Esos nacidos en el país hablan español, se educaron en nuestras escuelas, muchos son profesionales y ejercen en nuestros hospitales, tribunales, escuelas. Ellos comparten con nosotros las mismas preocupaciones sobre el futuro del país. Escatimarles su nacionalidad es injusto.

Como egresados de esta universidad ustedes deben actuar siempre apegados  a los principios éticos y morales bajo los cuales fueron formados.  Debemos denunciar las injusticias y actuar apegados a las normas del buen vivir. 

Debemos luchar en defensa del medio ambiente y estar al frente de las agresiones que contra él se cometan.

Por ello, debemos unirnos a la defensa de la Loma Miranda cuya preservación es fundamental para el desarrollo social y económico del Cibao Central: En esa loma es que nacen los principales ríos de la región. Su explotación será de grandes consecuencias medioambientales. Por ello, nos unimos al reclamo para que la Loma Miranda sea declarada como un Parque Nacional y preservada para beneficio de las futuras generaciones.

Graduandas y Graduandos:

En esta promoción reciben sus títulos académicos 704 egresados. De ellos el 67% es del sexo femenino y el resto, 33%, masculino. La mujer dominicana está dando muestras  de su apego al valor de la educación para el bienestar de la familia. Es significativo  también que el 28  % de esta promoción reciba su grado de magister. Hay una preocupación creciente en la juventud dominicana por la especialización como mecanismo eficiente para alcanzar mejores oportunidades laborales en el mercado de calificaciones y contribuir con más eficiencia en el proceso de desarrollo nacional.



Exhorto a los que hoy reciben su primer grado universitario a seguir estudiando a nivel de postgrado: en la sociedad de hoy el conocimiento perime rápido y es necesario mantenerse actualizado a través de la educación continuada, incluyendo la de postgrado.

Les reitero mis felicitaciones a todos y todas y les pido que sean entes de bien, que ejerzan sus funciones apegados a los principios de la ética pensando siempre en el bienestar de los demás.


Muchas Gracias.

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