TEMAS DE INTERÉS PARA EL NUEVO GOBIERNO
Angel Hernández
El gobierno surgido de las urnas el pasado 20 de mayo tiene ente sí enormes retos para lograr que nuestra sociedad se oriente por senderos de progreso y bienestar para todos los dominican@s.
La mayoría de las promesas de campaña del Presidente electo como las del candidato opositor se dirigieron a los grandes problemas del desarrollo nacional. De hecho acordaron con diferentes sectores económicos y sociales las mejores soluciones a tales disfuncionalidades.
En el discurso de ambos hubo más coincidencias que diferencias notables.
Por ello es pertinente que entre el nuevo gobierno procure un cierto nivel de entendimiento con el candidato perdedor a los fines de garantizar la gobernabilidad necesaria para el buen funcionamiento de nuestra debilitada democracia. Un sólido consenso entre ambas fuerzas sobre los temas esenciales de política pública es aconsejable y debe ser procurado por los sectores sociales con capacidad de convocarlo.
Ese consenso debería incluir al menos los siguientes aspectos considerados fundamentales para el buen funcionamiento de nuestra sociedad.
1. Invertir en la calidad de la educación dominicana. Al respecto, el consenso logrado con el Consorcio por una Educación Digna establece un financiamiento del 4% del PIB para iniciar la recuperación del sector. En este sentido, el nuevo gobierno tiene el deber de aumentar los salarios de los docentes y crear las condiciones apropiadas para su capacitación y el mejoramiento de sus condiciones de trabajo.
En este sentido, es importante reclutar los mejores talentos disponibles en el país para incorporarlo a ls aulas: médicos, ingenieros, abogados, biólogos, químicos, etc. Son necesarios apra que el nivel de nuestras escuelas mejore sustancialmente. Además, se debe procurar con urgencia la despolitización del sector evitando que los cargos sean otorgados por la exclusiva razón política.
En este sentido, hay que promover que al sector educativo lleguen los mejores profesionales disponibles en el país. La educación es la piedra angular del desarrollo por ello es la sociedad como un todo que debe participar en la búsquela de las mejores soluciones, sin exclusiones por razones políticas o económicas.
2. La educación es un derecho de todas las personas y debe ser disfrutada hasta el máximo sin que medie para ello discriminación alguna. El gobierno debe garantizar el ejercicio de este derecho creando las condiciones apropiadas para que todos los niños en edad escolar puedan asistir a un centro educativo. Resulta, pues, contradictorio que la Dirección Nacional de Migración haya dictado, en pleno siglo 21, la resolución 7475 que limitaría, prohíbe, el derecho de las minorías étnicas a ser educadas.
De hecho este proceder nos retrotrae a épocas superadas por la humanidad, como la segregación racial que primó en África del Sur, cuyas consecuencias pueden ser muy graves para la integración y tranquilidad de la sociedad dominicana. Por ello, la sociedad dominicana debe rechazar este desatino de Migración y procurar que el derecho constitucional a la educación de todos los niños, incluyendo las minorías étnicas sea preservado.
El nuevo gobierno debe corregir cuanto antes este despropósito contra la tranquilidad futura del pueblo dominicana. Impedir que los niños se eduquen en igualdad de condiciones contraviene las normas del derecho internacional, sobre todo, los derechos humanos.
Los niños excluidos por esta absurda resolución de Migración no son culpables de la ilegalidad de sus padres.
3. La sociedad dominicana quiere vivir en paz. Una de las grandes disfuncionalidades de la sociedad dominicana a la cual debe prestarle urgente atención el nuevo gobierno, es la violencia social que prima en casi todas las actividades.
A diario leemos en la prensa casos insólitos de violencia intrafamiliar, robos y atracos, feminicidios, secuestros, etc. Estamos cada vez más preocupados por la seguridad nuestra y de nuestros hijos ya que en muchos de esos casos se encuentran involucrados personas que por sus funciones deberían velar para que no ocurrieran. No sabemos si el policía que nos manda a parar lo es en realidad o es alguien que nos quiere atracar.
Hay una pérdida de confianza de la población en los símbolos de la ley. Es urgente la actuación responsable de las autoridades para que la ciudadanía recobre la confianza pérdida en las instituciones represivas del Estado, sobre todo, de la justicia cuya actuación debe ser justa y transparente en la aplicación de la ley. Ante la ley no deben existir culpables o inocentes preferidos.
4. Cuidemos a nuestra niñez. El futuro del país depende de la calidad con que cuidemos a nuestros niños. Para ellos es necesario instaurar una política de cuidado integral que les garantice no sólo una buena educación, sino también recreación sana, buena alimentación, protección contra toda forma de abuso infantil y una prohibición absoluta al trabajo infantil. El gobierno debe auspiciar fuertes sanciones contra los violadores de niños/as y debe procurar que los niños abusados reciban la atención psicosocial necesaria.
Hay que fomentar programas educativos orientados a la protección de la niñez desvalida, sobre todo en los sectores más pobres del campo y la ciudad, donde nuestros niños pueden ser abusados. La sociedad en su conjunto debe estar vigilante y denunciar ante las autoridades competentes cualquier inconducta contra la niñez que pueda observar en la calle, en el vecindario, en el hogar.
5. Educación sexual en las escuelas. Estadísticas recientes publicadas por el Ministerio de Salud nos colocan en un lugar de privilegio en cuanto a los embarazos de adolescentes. Muchas de nuestras niñas no pueden terminar su escolaridad básica o secundaria debido a este fenómeno. Es tiempo de que la escuela sea una entidad que procura la educación integral de las personas. Le educación sexual es parte de esa educación integral y la misma debe ser ofrecida a todo alumno, hembra o varón, que asista a la escuela pública o privada. La educación sexual ha de contribuir a que nuestros hijos sean más responsables en el ejercicio de su vida sexual y reproductiva teniendo los hijos que en verdad puedan educar. Una buena educación sexual contribuye al desarrollo del país en sus diferentes manifestaciones.
6. Violencia en la calle. Escenas como la de un conductor de autobús, responsable de la vida de varias personas, que choca con la locomotora de un tren por no respetar la luz roja, o la de un funcionario que detiene el tránsito para él tener vía libre violentando el derecho de los demás, indican que en este país hace falta mucha educación y mucho civismo.
Nuestras calles son campos de batallas en las que pueden caer personas por un robo de anillo, un celular o el choque de dos autos. Muchos de nuestros conciudadanos han perdido el respecto a la vida humana. Los militares y los civiles disparan y luego preguntan. La huelga de Salcedo ilustra el nivel de barbarie en que estamos viviendo. Padecemos, lamentablemente, la pérdida colectiva del valor de la vida y nada mejor para ilustrar este desatino que la muerte en una banca de apuestas de una joven embarazada para robarle 700 pesos. Debemos hacer un alto e iniciar acciones colectivas que pongan en primer lugar la necesidad de vivir en paz, respetando los valores esenciales de nuestra cultura. Seamos mejores ciudadanos, respetemos las leyes, pero sobre todo, respetemos a los demás, valoremos la convivencia pacífica entre nosotros y con nuestros vecinos. Es urgente acciones concretas que permitan reducir la violencia social en que vivimos.
7. Más institucionalidad. La vida en democracia supone respetar las reglas fundamentales de este sistema político. En este sistema la ley es igual para todos, no deben existir privilegios en la aplicación de la ley. Resulta por ello chocante ver funcionarios públicos que de la noche a la mañana acumulan fortunas y para ellos no hay sanción.
La sanción es para el que se roba un pollo, pero no para el que roba los fondos del erario público. Lo peor es que la justicia, que se supone debe actual
ante cualquier denuncia o rumor, se hace
de la vista gorda y no inicia los trámites de lugar para sancionar a quienes se
hayan apropiado de los bienes públicos en detrimento del
bienestar colectivo. Una justicia permisiva es
un incentivo para la delincuencia El nuevo gobierno debe dar el ejemplo y someter a la justicia a todo
funcionario que se haya enriquecido en el ejercicio de sus funciones y los
bienes acumulados fraudulentamente deben retornar a las arcas del estado.
Nuestra democracia es muy cara.
Hay muchas instituciones que hacen lo mismo. Muchos funcionarios reciben
salarios excesivamente altos en un país donde el salario mínimo no es suficiente
para sufragar los gastos de la canasta básica. Las compras del gobierno por lo
general están sobre valuadas. En este ámbito el nuevo gobierno tiene un gran
desafío. Hay que garantizar medidas que permitan aumentar el ahorro nacional y
financiar las políticas públicas con recursos internos. El despilfarro que ha
caracterizado la administración en los últimos años debe ser superada y los recursos invertidos
eficientemente en los sectores sociales, con los cuales la sociedad dominicana
tiene una gran deuda pendiente, sobre todo en educación y salud.
Finalmente, luce oportuno
sugerir a la clase política del país que se ponga de acuerdo con la ley de partidos políticos y
la de garantías electorales. Estas leyes evitarían en el futuro que los
procesos electorales sean tan
cuestionados, ya sea por la intervención del gobierno a favor de su candidato
o por alegatos de fraude. Necesitamos
que los procesos electorales sean transparentes, que las reglas que rigen el
mismo sean iguales para todos los participantes, en fin, que sea la voluntad
popular la que se exprese libremente. Si queremos una sociedad más democrática,
procuremos institucionalizar los procesos electorales, es decir, la vía que la
democracia misma ha elegido como la forma idónea para seleccionar a los
gobernantes.
Graduandos y graduandas:
A ustedes les toca poner su grano de
arena para construir una sociedad mejor. Como profesionales siempre tengan
presente actuar en base a los principios de la ética y la moral. Fortalezcan
con su accionar los valores de la cultura nacional y actúen siempre apegados a
las buenas causas del país, defendiendo siempre el interés nacional. Seremos un
mejor país en la medida en que cada uno de nosotros pone, en cada momento de su
viva, el interés colectivo por encima del personal.
Ustedes disponen de una formación
universitaria y entran por ello a un exclusivo grupo de dominicanos que han
logrado esa meta. Por ello, deben poner al servicio de la mayoría los
conocimientos alcanzados, para que nuestra sociedad sea mejor y más justa y
siempre deben luchar para que sus hijos y los demás habitantes de estas tierras
logren el sueño que ustedes han logrado: ser un profesional digno al servicio
de los demás.
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