sábado, 15 de junio de 2013

LA VOZ DEL RECTOR






Por Angel Hernández,


Discurso en la Trigésima Octava Graduación Ordinaria  el 14 de Junio del 2013 en el Recinto Santo Domingo Oriental.



Cambiemos el  RUMBO

Distinguidos Graduandos y Graduandas:
La sociedad dominicana padece hoy grandes limitaciones para lograr el bienestar pleno de  sus ciudadanos. Tal vez el principal, por sus secuelas de muertes, es la violencia que predomina en el comportamiento  colectivo. Ayer leí estadísticas sorprendentes sobre las muertes por accidentes de tráfico: somos el país con más decesos por esta razón a nivel mundial, somos líderes en embarazos de adolescentes. En muertes por actos violentos como atracos, feminicidios, etc. ocupamos un lugar de privilegio. Hoy todas nuestras ciudades están militarizadas. Parece que estamos en guerra contra los delincuentes  y traficantes de drogas que tiene  a la población atemorizada, aterrorizada.

Observamos con asombro como jueces y fiscales son benignos contra la delincuencia de cuello blanco que tantos recursos distrae del erario público para formal grandes fortunas que hoy compiten con los empresarios tradicionales. 

Vemos con estupor como una  jueza del país extingue la acción pública contra los depredadores de Bahía de las Águilas. Para esta jueza el interés de la sociedad por sancionar un acto delictivo no cuenta.

Contratos dolosos como los de la autopista de Samaná, por el cual el pueblo dominicano paga anualmente 2100 millones  de pesos por compensación y el de Dovicón,  cuya rescisión le ha costado al pueblo dominicano 135 millones de dólares, 5400 millones de pesos, deben despertar la curiosidad de los fiscales y verificar cómo es posible que las autoridades  pasadas de obras públicas hayan sido tan  generosas suscribiendo tales acuerdos a favor de esas compañías.


A diario leemos en la prensa escrita y digital los resultados de auditorías realizadas a empresas  y entidades del Estado en los cuales se denuncian serias irregularidades en la administración de los recursos puestos a disposición de  esas entidades, pero no hay la correspondiente persecución legal de los responsables. Es como si viviéramos en un país donde la responsabilidad sobre los actos públicos de los funcionarios no existiera, es como si ellos tuvieran patentes de corso para violar la ley.

En verdad hace falta un comportamiento más ético en la gestión de la cosa pública. Hacen falta ejemplos de comportamientos probos que permitan a las nuevas generaciones asumir valores  más propios de una sociedad civilizada.

Estos actos también generan violencia ya que la sociedad no encuentra explicación a tantos desmanes sin la debida sanción del aparato judicial dominicano.  

Con seguridad es necesario que nuestras autoridades enfrenten este tema con seriedad y con una visión de largo plazo.
Hay que fortalecer los mecanismos institucionales de sanción contra la delincuencia en todas sus manifestaciones: la de cuello blanco como la común.

Las medidas de control policial son necesarias, pero no son la solución definitiva  del problema. Hay que pensar en cuáles son las necesidades básicas de la población para incidir en ellas. En este sentido, luce  indispensable que el gobierno lance una estrategia para crear empleos e incorporar a los sectores más deprimidos. No es suficiente con entregarles a los pobres  una dádiva, hay que procurar que la gente se sienta útil, que aporta  con su talento al desarrollo nacional. El Plan Quisqueya Aprende Contigo es un buen ejemplo de programas que el gobierno debe seguir  impulsando para que las personas puedan participar activamente  en la creación de riquezas.

La reforestación del país es otra área en la cual el gobierno puede crear muchos empleos. Perdemos anualmente miles de tareas de bosques por la acción de personas desaprensivas que no piensan en el futuro del país. Los efectos de la deforestación ya la sentimos con gran dureza  en el calentamiento de nuestras ciudades y en los efectos de las riadas en los sectores más deprimidos  de nuestros campos y  zonas urbanas.

El gobierno debería asumir como prioridad la reforestación de todas nuestras montañas e incorporar en ese proceso a  los jóvenes de nuestros campos y ciudades que hoy carecen de empleo y, por ende, son candidatos potenciales para la delincuencia.  Esos nuevos bosques también son fuentes de riqueza ya que pueden ser explotados con un plan de manejo adecuado.

Muchos de los viveros necesarios para  un programa de reforestación como el sugerido pueden ser desarrollados en los centros educativos del país para inculcar en las nuevas generaciones el amor  por el bosque y por el trabajo. También, con proyectos de este tipo se fomentaría el emprendedurismo,  la capacidad de cada ciudadano de crear su propio empleo y riquezas.

 No debo terminar estas palabras sin referirme a la ciudad de Santiago y su problema ambiental.
Esta ciudad es hoy un ejemplo de mal manejo de los desechos sólidos: está llena de basura en todas sus calles y  avenidas, pero esa basura puede ser una fuente de empleos y creación de riquezas. El reciclaje es una industria rentable. Son muchos los productos, especialmente los plásticos, vidrios, metales, etc.  que pueden ser reutilizados  en la industria.

También,  de la basura podemos crear energía limpia, de bajo costo para  iluminar las ciudades  y evitar la delincuencia.  El  vertedero de Rafey debería  convertirse  en un relleno sanitario y una fuente permanente de energía para beneficio de la ciudad corazón.  La tecnología para esta convertir la basura en energía  existe y  su utilización permitiría a la cuidad de Santiago hacer de la basura una fuente de riqueza, una solución al problema ambiental que hoy padece y que al parecer ha desbordado al Ayuntamiento  Municipal.





Graduandos y Graduandas:

En la sociedad de hoy  hay grandes oportunidades que debemos aprovechar para ser mejores ciudadanos. Las TICs nos abren las fronteras del conocimiento y con ello las oportunidades de ser mejores profesionales y mejores personas. Hay las grandes universidades del mundo han puesto a disposición de la humanidad sus cursos. Miles de ciudadanos  estudian en Harvard, MIT, Stamford, UNAM, entre otras, sin salir de sus países. Los cursos masivos gratuitos en abierto ofrecen la oportunidad de estudiar y mantener nuestros conocimientos actualizados.

Como ciudadanos preocupados por vivir en una sociedad mejor,  debemos ver en la educación la mejor oportunidad para construir un ambiente más positivo para nosotros y nuestros hijos. Debemos estudiar permanentemente. Hay muchos de ustedes concluyen su primera carrera, otros su maestría. Ambos grupos deben tener claro que ello no es suficiente a la largo de la vida. El conocimiento cambia con mucha frecuencia y con ello el ejercicio de la profesión.  Hay que especializarse  a nivel de maestría y de doctorado.
En el mercado de conocimientos se paga más la rareza, es decir, que ustedes recibirán más beneficios cuando sus conocimientos sean más especializados. A más conocimientos, más beneficios.

En esta promoción  recibirán sus títulos 465 egresados, el 68% son mujeres y el 32% hombres. Del total de graduados  el 12% tendrá  honores académicos. Las mujeres acaparan el 67% de los honores otorgados  en las diferentes categorías. Estos datos indican que en la sociedad dominicana hay un cambio en la participación de las mujeres en la educación. Ellas son mayoría.  La educación de la mujer tiene efectos muy positivos en la educación de los hijos. Esperamos que este cambio  contribuya positivamente  a que las nuevas generaciones sean menos violentas, que valoren en su justa dimensión la vida en sociedad y el comportamiento ético de un buen ciudadano.


Muchas gracias.



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