domingo, 24 de junio de 2012

LA VOZ DEL RECTOR






TEMAS DE INTERÉS PARA EL NUEVO GOBIERNO
Angel Hernández

El gobierno surgido de las  urnas el pasado 20 de mayo tiene ente sí enormes retos para lograr que nuestra sociedad  se oriente por senderos de progreso y bienestar para todos los dominican@s.

 La mayoría de las promesas de campaña del Presidente electo como las del candidato opositor se dirigieron a los grandes problemas del desarrollo nacional. De hecho acordaron con diferentes sectores económicos y sociales las mejores soluciones a tales disfuncionalidades. 

En el discurso de ambos hubo más coincidencias que diferencias notables. 
Por ello es pertinente que entre el nuevo gobierno procure un cierto nivel de entendimiento con el   candidato perdedor a los fines de garantizar la gobernabilidad necesaria para el buen funcionamiento de nuestra debilitada democracia. Un sólido consenso entre ambas fuerzas sobre los temas esenciales de política pública es aconsejable y debe ser procurado por los sectores sociales con capacidad de convocarlo.

Ese consenso debería incluir al menos los siguientes aspectos considerados fundamentales para el buen funcionamiento de nuestra sociedad.

1.  Invertir en la calidad de la educación dominicana. Al respecto, el consenso logrado con el Consorcio por una Educación Digna establece un financiamiento del 4% del PIB para iniciar la recuperación del sector. En este sentido, el nuevo gobierno tiene el deber de aumentar los salarios de los docentes y crear las condiciones apropiadas para su capacitación y el  mejoramiento de sus condiciones de trabajo. 

     En este sentido, es importante reclutar los mejores talentos disponibles en el país para incorporarlo a ls aulas: médicos, ingenieros, abogados, biólogos, químicos, etc.  Son necesarios apra que el nivel de nuestras escuelas mejore sustancialmente.  Además, se  debe procurar  con urgencia la despolitización del sector evitando que los cargos sean otorgados por la exclusiva razón política. 

   En este sentido, hay que promover que al sector educativo lleguen los mejores profesionales disponibles en el país.  La educación es la piedra angular del desarrollo por ello es la sociedad como un todo que debe participar en la búsquela de las mejores soluciones, sin exclusiones  por razones políticas o económicas.

2.  La educación es un derecho de todas las personas y  debe ser disfrutada hasta el máximo  sin que medie para ello discriminación alguna. El gobierno debe garantizar el ejercicio de este derecho creando las condiciones apropiadas para que todos los niños en edad escolar puedan asistir  a un centro educativo. Resulta, pues, contradictorio que la Dirección Nacional de Migración haya dictado, en pleno siglo 21,   la resolución 7475 que limitaría, prohíbe, el derecho de las minorías étnicas a ser educadas. 

      De hecho este proceder nos retrotrae a épocas superadas por la humanidad, como  la segregación racial que primó en  África del Sur,  cuyas consecuencias pueden ser muy graves para la integración  y tranquilidad de la sociedad dominicana. Por ello,  la sociedad dominicana debe rechazar este desatino de Migración y procurar que el derecho constitucional  a la educación de todos los niños, incluyendo las minorías étnicas  sea preservado. 

     El nuevo gobierno debe corregir cuanto antes este despropósito contra la tranquilidad futura del pueblo dominicana. Impedir que los niños se eduquen en igualdad de condiciones contraviene las normas del derecho internacional, sobre todo, los derechos humanos.
Los niños excluidos por esta absurda resolución de Migración  no son culpables de la ilegalidad de sus padres.

3.  La sociedad dominicana quiere vivir en paz. Una de las grandes disfuncionalidades de la sociedad dominicana a la cual debe prestarle urgente atención el nuevo gobierno, es la violencia social que prima en casi todas las actividades.

     A diario leemos en la prensa casos insólitos de violencia intrafamiliar, robos  y atracos, feminicidios, secuestros, etc. Estamos cada vez más preocupados por la seguridad nuestra  y de nuestros hijos ya que en muchos de esos casos se encuentran involucrados personas que por sus funciones deberían velar para que no ocurrieran. No sabemos si el policía que nos manda a parar lo es en realidad o es alguien que nos  quiere atracar. 

    Hay una pérdida de confianza de la población en los símbolos de la ley. Es urgente la actuación responsable de las autoridades para que la ciudadanía recobre la confianza pérdida en las instituciones represivas del Estado, sobre todo, de la justicia cuya actuación debe ser justa y transparente en la aplicación de la ley. Ante la ley no deben existir culpables o inocentes preferidos.

4.  Cuidemos a nuestra niñez.  El futuro del país depende de la calidad con que cuidemos a nuestros niños. Para ellos es necesario instaurar una política de cuidado integral que les garantice no sólo una buena educación, sino también recreación sana, buena alimentación, protección contra toda forma de abuso infantil y una prohibición absoluta al trabajo infantil. El gobierno debe auspiciar fuertes sanciones contra los violadores de niños/as y debe procurar que los niños  abusados reciban la atención psicosocial necesaria. 

    Hay  que fomentar programas educativos orientados a la protección de la niñez desvalida, sobre todo en los sectores más pobres del campo y la ciudad, donde nuestros niños pueden ser abusados. La sociedad en su conjunto debe estar vigilante y denunciar ante las autoridades competentes cualquier inconducta contra la niñez que pueda observar en la calle, en el vecindario, en el hogar.


5.  Educación sexual en las escuelas. Estadísticas recientes publicadas por el Ministerio de Salud nos colocan en un lugar de privilegio en cuanto a los embarazos de adolescentes. Muchas de nuestras niñas no pueden terminar su escolaridad básica o secundaria debido a este fenómeno. Es tiempo de que la escuela sea una entidad que procura la educación integral de las personas.  Le educación sexual es parte de esa educación integral y la misma debe ser ofrecida a todo alumno, hembra o varón,  que asista a la escuela pública o privada. La educación sexual ha de contribuir a que nuestros hijos sean más responsables en el ejercicio de su vida sexual y reproductiva teniendo los hijos que en verdad puedan educar. Una buena educación sexual contribuye al desarrollo del país en sus diferentes manifestaciones.


6.  Violencia en la calle. Escenas  como la de un conductor  de autobús, responsable de la vida de varias personas, que choca con la locomotora de un tren por no respetar la luz roja,   o la de un funcionario que detiene  el tránsito para él tener vía libre violentando el derecho de los demás,  indican que en este país hace falta mucha educación y mucho civismo.

Nuestras calles son campos de batallas en las que pueden caer personas por un robo de anillo, un celular  o el choque de dos autos. Muchos de nuestros conciudadanos han perdido el respecto a la vida humana. Los militares y los civiles disparan y luego preguntan. La huelga de Salcedo ilustra el nivel de barbarie en que estamos viviendo.  Padecemos, lamentablemente, la pérdida colectiva del valor de la vida y nada mejor para ilustrar este desatino que la muerte en una banca de apuestas  de una  joven embarazada  para robarle 700 pesos.  Debemos hacer un alto  e iniciar acciones colectivas  que pongan en primer lugar la necesidad de vivir en paz, respetando los valores esenciales de nuestra cultura. Seamos mejores ciudadanos, respetemos las leyes, pero sobre todo, respetemos a los demás, valoremos la convivencia pacífica entre nosotros y con nuestros vecinos. Es urgente acciones concretas que permitan reducir la violencia social en que vivimos.


7.  Más institucionalidad.  La vida en democracia supone respetar las reglas  fundamentales de este sistema político. En este sistema la ley es igual para todos, no deben existir privilegios en la aplicación de la ley. Resulta por ello chocante ver funcionarios públicos que de la noche  a la mañana acumulan fortunas y para ellos no hay sanción. 


La sanción es para el que se  roba un pollo, pero  no para el que roba  los fondos del erario público. Lo peor  es que la justicia, que se supone debe actual ante cualquier denuncia o rumor,  se hace de la vista gorda y no inicia los trámites de lugar para sancionar a quienes se hayan  apropiado  de los bienes públicos en detrimento del bienestar colectivo. Una justicia permisiva es  un incentivo para la delincuencia El nuevo gobierno debe dar  el ejemplo y someter a la justicia a todo funcionario que se haya enriquecido en el ejercicio de sus funciones y los bienes acumulados fraudulentamente deben retornar a las arcas del estado.


Nuestra democracia es  muy cara.  Hay muchas instituciones que hacen lo mismo. Muchos funcionarios reciben salarios excesivamente altos en un país donde el salario mínimo no es suficiente para sufragar los gastos de la canasta básica. Las compras del gobierno por lo general están sobre valuadas. En este ámbito el nuevo gobierno tiene un gran desafío. Hay que garantizar medidas que permitan aumentar el ahorro nacional y financiar las políticas públicas con recursos internos. El despilfarro que ha caracterizado la administración en los últimos años debe ser  superada y los recursos invertidos eficientemente en los sectores sociales, con los cuales la sociedad dominicana tiene una gran deuda pendiente, sobre todo en educación y salud.

Finalmente, luce oportuno sugerir a la clase política del país que se ponga  de acuerdo con la ley de partidos políticos y la de garantías electorales. Estas leyes evitarían en el futuro que los procesos  electorales sean tan cuestionados, ya sea por la intervención del gobierno a favor de su candidato o   por alegatos de fraude. Necesitamos que los procesos electorales sean transparentes, que las reglas que rigen el mismo sean iguales para todos los participantes, en fin, que sea la voluntad popular la que se exprese libremente. Si queremos una sociedad más democrática, procuremos institucionalizar los procesos electorales, es decir, la vía que la democracia misma ha elegido como la forma idónea para seleccionar a los gobernantes.

Graduandos y graduandas:
A ustedes les toca poner su grano de arena para construir una sociedad mejor. Como profesionales siempre tengan presente actuar en base a los principios de la ética y la moral. Fortalezcan con su accionar los valores de la cultura nacional y actúen siempre apegados a las buenas causas del país, defendiendo siempre el interés nacional. Seremos un mejor país en la medida en que cada uno de nosotros pone, en cada momento de su viva, el interés colectivo por encima del personal.
Ustedes disponen de una formación universitaria y entran por ello a un exclusivo grupo de dominicanos que han logrado esa meta. Por ello, deben poner al servicio de la mayoría los conocimientos alcanzados, para que nuestra sociedad sea mejor y más justa y siempre deben luchar para que sus hijos y los demás habitantes de estas tierras logren el sueño que ustedes han logrado: ser un profesional digno al servicio de los demás.

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