miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA VOZ DEL RECTOR




VOLUNTARIADO UNIVERSITARIO
Por Angel Hernández


En la reforma del currículo  realizada en la UAPA a partir del 2010 se introdujeron dos  aspectos  muy importantes para la formación integral de los alumnos. Se trata del trabajo voluntario  a ser realizado en las comunidades del país y la pasantía. En principio, se estableció como obligatorio que todo participante de la universidad debía realizar 60 horas de trabajo voluntario y 120 horas adicionales de pasantía.  Estas disposiciones  han permitido que  muchos de  participantes se integren a actividades de reforestación, limpieza de ríos y cañadas, programas de alfabetización, apoyo a instituciones benéficas de sus comunidades como  orfelinatos, escuelas hogares, cuerpos de bomberos, hospitales, etc. y también en  empresas diversas para poner en práctica sus conocimientos
Este trabajo comunitario ha permitido la siembra de miles de árboles en muchas comunidades del país y  muchos sectores pobres han recibido entrenamientos en contabilidad para empresas familiares, micro y pequeñas empresas cuentan con planes de trabajo creíbles. En lo que  va de año miles de horas de trabajo voluntario se han realizado en los sectores y comunidades de donde provienen nuestros participantes, especialmente, en el norte, el nordeste y  la región este del país.
También se han realizado campañas educativas sobre el cumplimiento de las leyes de tránsito, la no violencia contra la mujer,  la necesidad de una ciudad sana, libre de contaminación visual, auditiva, de desechos sólidos y la adecuada disposición de estos. Son muchos los temas abordados y muchas las horas invertidas cuya contabilidad monetaria suman  millones de pesos como contribución voluntaria al desarrollo del país.
El trabajo voluntario es una de las actividades que hacen crecer a las instituciones y es una expresión de la responsabilidad social de la universidad que pone a disposición de la comunidad un  contingente de personas con distintos  niveles de formación en áreas diversas del saber.  Es un aporte neto de la universidad  al desarrollo de las comunidades. Es un trabajo organizado y supervisado que se realiza en coordinación con instituciones de base que trabajan en las comunidades y que reciben a nuestros participantes con mucho agrado ya que estos llevan soluciones  a las necesidades de las comunidades.
Estados Unidos es uno de los países que ha basado gran parte de su desarrollo en este tipo de voluntariado. Nuestro país recibe anualmente un grupo de jóvenes del Cuerpo de Paz que vienen a integrarse a diferentes comunidades del país para trabajar en ellas por uno o dos años. Este trabajo les permite conocer nuestro idioma y nuestra cultura lo cual redunda en una mejor formación de los mismos y en el establecimiento de lazos de amistad fundamentales para la mejor comprensión entre ambos pueblos.
Esta es una experiencia enriquecedora tanto para los estudiantes que  tienen la obligación de aportar a las comunidades su esfuerzo y sus conocimientos, como para la propia institución que ha tenido que establecer, y darle seguimiento,  acuerdos y convenios de cooperación con  una diversidad de instituciones sociales y empresariales  para que nuestros alumnos puedan  realzar su trabajo voluntario o su pasantía profesional. Es una experiencia  innovadora que enriquece  la formación integral de los egresados de la universidad y los sensibiliza ante las necesidades de las diferentes comunidades donde les ha tocado trabajar voluntariamente.

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